JOAN J. SERRA
GESA-Endesa ha instalado en su centro de control un sistema de detección de rayos que permite, con un margen máximo de 15 minutos, localizar su impacto e incidencia sobre la red eléctrica y así propiciar una respuesta mucho más rápida en caso de avería.
El director de Explotación de GESA-Endesa, Ernest Bonnín, explica que «todos nuestros equipos cuentan con sistemas de protección para minimizar los efectos de los impactos de rayos, pero la disparidad de sus potencias nos puede llevar a situaciones igualmente muy diversas. La intensidad media de un rayo es de unos 20 kiloamperios, pero los hay de hasta 80 kiloamperios y ésos pueden causar problemas. El impacto de un rayo supone una variación, una alteración de la corriente eléctrica, y su inducción actúa sobre todo lo que se encuentra a su alrededor. Y no siempre es un apagón, sino todo lo contrario. He visto como la cercanía del impacto de un rayo ha provocado que todas las bombillas de una casa se enciendan. Del mismo modo, también he visto cómo un rayo ha destrozado y desgarrado por completo la instalación eléctrica del faro de Formentor. Para crearnos problemas, no es necesario que el rayo impacte directamente sobre las líneas o sobre las torres. Y una tormenta fuerte puede descargar, sólo en Mallorca, entre 5.000 y 10.000 rayos».
El sistema de detección de rayos ha sido instalado por una empresa especializada y contratada por GESA-Endesa. El centro de control contaba hasta ahora con un gran mapa de Balears con todos sus sistemas eléctricos de generación, transporte y distribución de alta tensión. Ahora, a su lado, se ha instalado una gran pantalla que permite visualizar la ubicación exacta de los impactos de rayos con total precisión, señalando el día, la hora y la intensidad, y su situación respecto a las principales líneas eléctricas.