La Asociación para la recuperación de la memoria histórica de Mallorca, que rastrea el destino de las personas desaparecidas durante la Guerra Civil (1936-1939) reclamará la exhumación e idetificación de los restos humanos hallados el lunes junto al cementerio de Palma si, finalmente, se comprueba que proceden de una fosa común donde se enterraron a republicanos fusilados en Palma tras la sublevación militar.
Maria Antònia Oliver y Margalida Capellà, de la citada asociación, acompañaron ayer al vicepresidente del Consell, Miquel Nadal; al conseller insular Antoni Pascual y al director insular de Carreteras, Gonzalo Aguiar en su visita a las obras donde fueron hallados los restos humanos.
Entre los restos humanos hallados hay tres cráneos, costillas y algunos pequeños huesos, que pasarán a ser analizados por peritos forenses que determinarán la antiguedad de los mismos para conseguir «la recuperación con todas las garantías» de los vestigios, aunque, según apuntó Nadal, la primera impresión de los arqueólogos indica que los huesos tenían una antiguedad de 50 años.
Eso lleva a pensar que podría tratarse de una fosa común, si bien tampoco se descarta otra posibilidad: que los restos procedan de una «limpieza de tumbas» ya que en 1938 se realizó una ampliación del cementerio. El Consell de Mallorca iniciará una excavación para determinar su procedencia.