La sustitución de las barandillas del puente que cruza el Torrent Gros, entre es Molinar y Ciutat Jardí, puede crear problemas de integridad física para las personas que circulan por la zona, según denunciaron ayer varios vecinos que viven en las proximidades.
En la parte derecha del puente se ha colocado un vallado metálico que se encuentra bien sujeto al suelo, por lo que el paso de personas por ese lado no provoca ningún problema a los peatones.
No obstante, en la parte izquierda había colocadas ayer, únicamente, unas pocas vallas sin ningún tipo de sujeción, por lo que cualquier persona que se apoyase en ellas podría precipitarse hacia el torrente. Por ello, los vecinos piden que se asegure esa parte del puente.