N. ABAD
El traslado a una época en que la fantasía y la magia formaban parte de la vida diaria. Así fue la presentación en público de «Mallorca. Un viatge a l'interior», obra sinfónica que ayer estrenó Joan Martorell con motivo de la Diada de Mallorca en el patio de La Misericòrdia, un sugestivo «hechizo», un testimonio de sutilidad en la expresión musical. La magia de la pieza se hizo mucho más presente gracias a su inmersión en un espectáculo poético visual, confeccionado por Biel Jordà, en el que las acrobacias y las notas musicales acompañaron poemas de diversos autores relacionados con la Isla: Anselm Turmeda, Josep Maria Llompart, Miquel Àngel Riera y Cèlia Viñas.
«Un viatge a l'interior», obra concebida en seis movimientos, fue interpretada por la Orquestra Simfònica de Balears, dirigida por Joan Company. Los poemas fueron recitados por los actores catalanes Jordi Boixaderas y Vicenta Ndongo.
El auditorio aplaudió con satisfacción la composición de Martorell, que clausuró la velada dirigiendo su versión actualizada de «La Balanguera», interpretación que contó con la Simfònica y los coros de la Fundació Teatre Principal. El himno sonó contemporáneo, aunque sin perder su espíritu tradicional, producto de la combinación de instrumentos de nuestos antecesores con instrumentos modernos. Un acierto.