El comité balear de seguimiento de la gripe aviar ha decidido reimplantar las medidas de bioseguridad y restringir en determinadas zonas los movimientos de aves en ferias, mercados y otras concentraciones a partir del 1 de septiembre, según anunciaron ayer los directores generales de Salut Pública, Protecció d'Espècies y Agricultura, Antoni Pallicer, Antoni Gómez y Joan Carles Torrens, respectivamente. Esta medida se debe a la proximidad del otoño y la inminente llegada de aves migratorias que, procedentes del norte y centro de Europa, se dirigen a Àfrica pasando por el Mediterráneo.
Las restricciones se aplican sobre todo en los cinco municipios que circundan las albuferas de Alcúdia y Pollença, definidos como zona de riesgo: Alcúdia, Pollença, Muro, Santa Margalida y sa Pobla. En estos municipios se obliga a que la organización de ferias y mercados esté supeditada a autorizaciones de la Conselleria d'Agricultura y a controles previos por parte de veterinarios. En cualquier caso, las aves de ferias y mercados se ubicarán en recintos cerrados y separados por especies. La presencia de anátidas está prohibida.
En cuanto a granjas y recintos de autoconsumo, las aves también deberán estar a cubierto, así como sus puntos de comida y bebida, para evitar que especies migratorias se detengan y se mezclen con las domésticas.