El proyecto de piso de acogida de la Associació Pastoral Penitenciària benefició, en 2005, a un total de 280 personas, ejercicio en el que la demanda de este servicio se incrementó en un 55 por ciento, según afirmó ayer Esteve Serna en representación de la citada asociación. El president de s'Institut, Antoni Serra, explicó ayer, momentos después de la firma de un convenio de colaboración, que «la finalidad del proyecto es que los presos se rehabiliten socialmente» y, por ello, dicha entidad concede al programa una subvención de 24.720 euros, en un convenio con la Associació Pastoral Penitenciària que tendrá validez hasta el próximo 31 de diciembre.
Serna explicó que la asociación cuenta con dos pisos de acogida, que disponen de cuatro plazas para personas en libertad y otras cuatro para los presos que disfruten de permiso penitenciario. La demanda del servicio aumentó un 55 por ciento respecto el 2004 y contó con 280 beneficiarios, que, según Serna, se ciñen al perfil de un hombre, de entre 30 y 40 años, ex toxicómano, sin familia y sin hábitos laborales.
La asociación tiene un doble objetivo centrado en «posibilitar a internos preventivos sin tutela familiar la reinserción en libertad» y lograr «la no reincidencia en conductas delictivas» de los presos, agregó Serra. El aumento de la población penitenciaria procedente de otras comunidades autónomas, sobre todo de la costa de Levante, hace que los internos «queden desvinculados de su familia» y, puesto que sin domicilio no se les concede ningún permiso, «tienen mayor necesidad del servicio», dijo Serna.