PEDRO PRIETO
Lo que fuera Hospital Militar de Palma, ubicado en el antiguo convento de Santa Margarita y situado ante la llamada puerta de l'Esveidor, en sus primeros años fue dirigido por las monjas agustinas teniendo en el caballero templario Guillem de Torrella, cuya tumba se halla en una de las paredes de la iglesia, a uno de sus principales protectores, ha cambiado de rumbo.
Ahora está convertido en dos inmuebles: uno acogerá el futuro centro de alzheimer propiedad del Govern, y en el otro permanece el Centro de Historia y Cultura Militar de Baleares, dirigido cuando se realizó este reportaje por el general de brigada Antonio Perelló Colom, ahora en la reserva.
Sobre el plano, el general nos muestra lo que es el Centro de Historia y Cultura y lo que será el centro de alzheimer. Del primero destaca su claustro gótico, formado por arcos de medio punto sobre pilastras cuadrangulares. Las vigas son de madera. Cuando en el edificio se instaló el hospital -siglo XIX-, se acristalaron los arcos y se añadió el corredor alto.
Alrededor del claustro, en su planta baja, nos encontramos con uno de los monumentos góticos de carácter religioso más emblemáticos de Palma, la iglesia de Santa Margarita -hoy abierta al publico en horario de culto; en un futuro abierta también a otras horas del día-, construida entre los siglos XIII y XIV, de nave rectangular con techo de madera soportado por arcos. El ábside pertenece al siglo XIV y es de bóveda de crucería con amplias ventanas. Incautado por el estado a raíz de la Ley de Desamortización de Mendizábal, pasó en 1841 al Ministerio de la Guerra. Cinco años después fue convertido en hospital.