La etapa de la Copa del Rey acababa de finalizar. El «Fram», patroneado por el rey Harald de Noruega, había firmado una buena actuación, y pese a su mala clasificación en la general de la categoría Transpac, una sutil sonrisa surcaba el rostro del monarca. Afable y ufano, Harald nos invitó a acomodarnos para realizarle una breve entrevista.
-Es usted un asiduo a la Isla. ¿Qué es lo que le atrae de Mallorca?
-Me encanta la Copa del Rey de vela. Buenos barcos, buen tiempo, buen viento... Sin olvidar la buena comida española.
-Supongo que su amistad con el rey don Juan Carlos juega también un importante papel en sus frecuentes visitas.
-Claro. Los miembros de la monarquía noruega mantenemos una estrecha amistad con toda la Familia Real española.
-Amigos, pero... también adversarios en la regata, ¿no es así?
-Sí, de algún modo. Don Juan Carlos es tan competitivo como cualquier otro participante, pero sería excesivo hablar de una rivalidad propiamente dicha.
-Me imagino que debe resultarle especialmente ilusionante el estar compitiendo de nuevo en la Copa del Rey.
-Ahora mismo me encuentro bien. Plenamente repuesto de la operación cardiaca a la que fui sometido. Es más, me siento mejor de lo que me había sentido durante muchos años. A día de hoy, creo que mi estado de salud es mejor que el de antes de la intervención.
-Siempre reconforta el sentirse joven.
-No, bueno, no he dicho eso exactamente, ya sabes... (risas). Cada vez que creo sentirme joven, me digo a mí mismo que, en fin, tengo setenta años.