El PP de Cort aprobó ayer, por primera vez desde la restauración democrática que tuvo lugar entre 1977 y 1979, una condena del golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y de la represión franquista. Así consta en la enmienda que el portavoz popular, Rafel Durán, presentó a una proposición del PSM relativa a la condena de la dictadura franquista y a la recuperación de la memoria histórica.
El texto aprobado por el PP señala, en su primer punto, que el Ajuntament «condena el golpe de Estado llevado a cabo por Franco el 18 de julio de 1936 y que trajo como consecuencia la Guerra Civil, así como el producido en 1934 contra el gobierno legítimo de la II República».
El segundo punto indica que Cort «condena los actos de persecución y represión por motivos políticos, ideológicos y religiosos llevados a cabo los años posteriores a 1934 y durante la Guerra Civil», mientras que el punto tercero señala que el Consistorio «condena la represión franquista que se llevó a cabo en España desde las postrimerías de la Guerra Civil hasta la muerte del dictador». El cuarto punto indica que Cort «se ratifica en los valores de la transición en España, como son la reconciliación, el consenso, la paz y la convivencia social entre los ciudadanos de la nación española sin ninguna discriminación por razones de creencias políticas y religiosas».
Los partidos de la oposición votaron en contra de esta enmienda, al no estar de acuerdo en la equiparación del golpe de Estado de julio de 1936 con la denominada 'revolución de octubre de 1934', que fue un intento de derribar al legítimo gobierno de centroderecha que entonces dirigía el país.
El PP, por su parte, votó en contra de una propuesta del PSOE que pedía que el Ajuntament se adhiriese a las conmemoraciones de 2006 como Año de la Memoria Histórica, y también que realizase un acto de homenaje y reconocimiento a las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura franquista y a quienes hicieron posible el régimen democrático instaurado con la Constitución de 1978.
Los populares también votaron en contra de la ya citada propuesta del PSM, que pedía que se condenase el golpe de Estado de 1936 y las violaciones de los derechos humanos cometidas entre 1936 y 1976, así como que Cort instase al Parlament balear a crear una comisión para investigar dichas violaciones, que aprobase sufragar y erigir un monumento a la memoria de las personas que fueron ejecutadas, perseguidas o represaliadas en el citado periodo de 40 años, y cambiar los nombres de las calles dedicadas a personas relacionadas con el régimen franquista.