JAVIER J. DÍAZ
Más de seiscientas personas acudieron ayer al funeral celebrado por el canónigo de la Seu Pere Joan Llabrés Martorell, impulsor de la obra de Miquel Barceló en la capilla de Sant Pere de la Catedral y delegado diocesano de Patrimonio Cultural, que falleció el pasado domingo ahogado en aguas de Santa Ponça. La ceremonia, celebrada en la Seu, estuvo presidida por el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, que estuvo acompañado por más de cien sacerdotes.
A la misma asistieron los miembros del Consejo Episcopal y del Cabildo de la Catedral, además de numerosos presbíteros.
Asistieron a la ceremonia por el alma de Pere Llabrés el conseller d'Educació i Cultura, Francesc Fiol; la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer; la vicepresidenta del Consell, Dolça Mulet, y el director insular de Cultura, Guillem Ginard. Otros miembros de la sociedad balear, como el historiador Pere Fullana o el escritor Gabriel Janer Manila, también estuvieron presentes en el funeral.
El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, destacó algunas de las pasiones de Llabrés señalando «su amor apasionado por la liturgia y por nuestra Iglesia, por su historia, por sus santos, por sus figuras y por todo su patrimonio en el sentido más amplio: espiritual, cultural, histórico, artístico, documental y lingüístico».
Precisamente, minutos antes de la misa, miembros del Lobby per la Independència se desplazaron a la Seu para repartir unos folletos en los que alababan la labor de Llabrés de cara al pueblo mallorquín.