Pasear por cualquier mercado de Palma se puede convertir en todo un auténtico placer para los sentidos. Multitud de frutas de todos los tamaños, formas y texturas se encargan de perfumarlos mientras el colorido de las frutas de esta temporada alegra, sin duda, los puestos que con la llegada del verano se abarrotan de originales frutas éxoticas que resaltan entre la modestia de peras, ciruelas, melones o albaricoques. Pero tanto unas como otras tiene algo en común y es que son las frutas del verano aunque las estrellas indiscutibles de la temporada sigan siendo la cereza y la sandía.
Algunas de estas frutas veraniegas se pueden clasificar en función de su sabor dulce o agrio como es el caso de las cerezas y picotas. Dulce, fresquita, porosa y acuosa es la sandía. Una de las frutas más extendidas del mundo con cerca de cincuenta variedades en el mercado, aunque en la Isla podemos encontrar ahora, casi en exclusiva, la sandia rayada y la «sin pepita». A parte de estas dos, tenemos ahora más de siete frutas frescas que se encuentran de temporada. Hasta tres variedades distintas de melones se amontonan en los puestos, siendo la más consumida en estos momentos la clase Marina por su jugosidad y dulzor.
Pero en esta época también podemos comer ciruelas. Además de las variedades roja y la amarilla, podremos consumir más adelante la clase Claudia y la Fraile. Y lo mismo sucede con los higos, que aunque no podamos probarlos hasta dentro de un mes son también una de las frutas del verano. Sin embargo, las que todavía podemos comer, aunque casi fuera de temporada, son las peritas de San Juan.
Ana Largo