J.T.B./AGENCIAS
El PSIB y UGT coincidieron ayer en su diagnóstico sobre la situación económica de Balears (el peligro que supone dejar en el sector de la construcción etirón del crecimiento económico) durante un encuentro entre las ejecutivas de ambas organizaciones. La mayoría de militantes del PSIB son, a la vez, militantes de UGT pero el sindicato no pedirá expresamente el voto para los socialistas. Bravo explicó que la central no pedirá en las próximas elecciones el sufragio para el Partido Socialista, del que es militante, aunque precisó que «en un momento dado» habría que «votar a todos menos al señor Matas», en referencia al presidente del Govern, Jaume Matas, del PP. El secretario general de UGT indicó que el presidente balear le ha «engañado» y consideró la reedición del «Pacto de Progreso» en esta legislatura hubiera sido «positiva» para Baleares.
Sin embargo, apuntó que UGT «es más plural que nunca», ya que a pesar de que «es un sindicato socialista» aglutina a trabajadores que «tienen otra mentalidad política». El objeto de la reunión era presentar a UGT el documento de trabajo del PSOE con sus propuestas económicas que se ha eleborado desde la secretaría económica que dirige Carles Manera. Lorenzo Bravo, en declaraciones a los medios de comunicación, afirmó que las infraestructuras que se están acometiendo en las islas están generando un «efecto llamada» en las islas, donde estimó que se debería contener la actividad del sector de la construcción en beneficio del sector de los servicios.
Bravo auguró que este ramo tendrá «problemas» a final del año si «se consolida» el turismo residencial «o el cambio de usos», debido a la «cerrazón» empresarial, lo que se traduciría, apuntó, en un aumento del desempleo en los meses de invierno. El secretario general de UGT auguró un «batacazo económico». Antich vinculó el incremento de las afiliaciones de la Seguridad Social al proceso de regularización de inmigrantes llevado a cabo por el Gobierno central y sostuvo que «uno de los problemas graves» que arrastra Balears es «la calidad del empleo». Muchas empresas que invierten en el archipiélago «se llevan los beneficios y dejan toda una serie de circunstancias» que deben reparar las administraciones de las islas, lo que responde a «una mala planificación» y a «una poca sensibilidad», dijo