JAIME MOREDA
Qué fácil es triunfar en Muro, debió pensar ayer «El Fandi» cuando era llevado a hombros tras el festejo. El diestro granadino había cortado tres orejas, dos de ellas regaladas por el presidente del festejo, y se convirtió en el gran protagonista de la tarde.
Vayamos por partes. En el primero de su lote, segundo del festejo, «El Fandi», por no destacar, no lo hizo ni en el segundo tercio, del que es un consumado especialista. De los tres pares de banderillas, los dos primeros fueron a toro pasado y el único de mérito fue el ejecutado al violín. Con la muleta realizó uno de los trasteos más insulsos que se recuerdan ante un toro que había perdido gran parte de su poca fuerza tras ser picado en exceso. Una media en buen sitio bastó para que el astado doblara. Una parte del público, no mayoritaria, pidió el trofeo, que fue generosamente concedido por el presidente. En el quinto de la tarde, y ante el astado más bravo del festejo, «El Fandi» volvió a colocar cuatro palitroques a toro pasado, el tercer par fue de nuevo el más espectacular al ejecutarlo a la moviola (corriendo hacia atrás dejándose ganar terreno hasta juntarse con el animal). Un público enfervorecido solicitó un nuevo par y «El Fandi» repitió el par al violín ante el delirio del respetable, que duró durante la faena de muleta, basada sobre todo en pases insustanciales pero efectistas para el graderío. Lo mejor, tras el pinchazo y una entera caída fue la brava muerte de «Faldillito». Los tendidos no pararon hasta que «El Fandi» vio premiada su labor con otras dos orejas, y eso sin apenas dar un pase de mérito.
Quien mejor toreó en la tarde de ayer fue «Finito» al cuarto de la tarde y, como casi siempre, con su prodigiosa mano izquierda. Sin embargo, el diestro cordobés estuvo desacertado con los aceros, lo que le impidió cortar trofeos en una plaza tan amable como la de Muro. Quizás parte de la culpa de que se fuera de vacío de Muro la tuvo una pareja de guardias civiles que se paseaba por el callejón en el momento en que «Finito» se preparaba para entrar a matar, lo que distrajo al toro. En el que abrió plaza, estuvo por debajo de las condiciones del animal e igual de desacertado con la espada (tres pinchazos) y con el descabello (cuatro intentos).
Serafín Marín, que al igual que «El Fandi» debutaba en el coso murense, estuvo siempre con ganas. Logró una oreja del tercero de la tarde y su labor fue silenciada en el que cerraba plaza, al que apenas pudo hacer nada destacable dado las pocas condiciones del astado.
Plaza de toros de Muro. Corrida de toros dentro de las Festes de Sant Joan. Seis astados de Caridad Cobaleda para los diestros Juan Serrano «Finito de Córdoba», silencio y pitos; David Fandila «El Fandi», una oreja y dos orejas, y Serafín Marín, una oreja y silencio. Presidió el festejo Rafael Gelabert, que estuvo asesorado en la parte técnica por Miguel Àngel Puertas y en la veterinaria por Joan Oliver. Al concluir el festejo «El Fandi» salió a hombros.