El casco antiguo de Palma es la octava zona con las viviendas más caras de España, con precios máximos de 7.143 euros el metro cuadrado, sólo superados por cuatro distritos de Madrid, uno de Barcelona, uno de San Sebastián y otro de Santander.
Así lo indica la guía inmobiliaria de España publicada por ABC, que sitúa el valor medio de la vivienda de nueva construcción en la capital balear en 2.127 euros el metro cuadrado a 31 de diciembre de 2005, lo que supone un crecimiento del 12,5 por ciento respecto al año precedente.
Dicho informe señala que el 50 por ciento de las viviendas construidas en Palma se venden sobre planos antes de finalizar la promoción, lo que demuestra el dinamismo del mercado inmobiliario pese a los elevados precios, que atribuyen a la escasez de suelo y a su alta repercusión.
Esta falta de suelo y la consiguiente alza de los precios de los pisos han extendido el área metropolitana de Palma desplazando la actividad constructora a los municipios limítrofes y a los conectados con las nuevas autopistas que promueve el Govern balear.
En Palma, las nuevas promociones se alejan cada vez más del centro y se sitúan a ambos lados de la vía de cintura así como en las áreas en expansión del extrarradio de la ciudad, caso de la carretera de Manacor o detrás de Son Dureta.
En el centro de la ciudad predominan las operaciones de derribo de antiguas edificaciones para construir nuevas promociones a precios que oscilan entre 2.307 y 7.143 euros el metros cuadrado.
El informe inmobiliario indica además que se están construyendo apartamentos cercanos a las playas destinados a segunda residencia que también se están comercializando a precios elevados.
En el resto de la ciudad el valor de la vivienda parte de los 2.146 euros de precio mínimo en calles como Rupit (en las barriadas de Son Ferriol y Sant Joan) o de la calle Carretó (barriada de Sant Jordi) hasta los citados 7.143 euros en calles como Argenteria, Puresa, Plaça Sant Francesc, Jaume III, Passeig Mallorca o Estudi General y alrededores (ver gráfico).