OLGA QUINTANILLA-MADRID
La reforma del Estatut balear comenzó ayer su andadura en Madrid después de que el president del Parlament, Pere Rotger, viajara ayer hasta el Congreso de los Diputada para registrar la propuesta aprobada por el Parlament balear la semana pasada. «Es muy importante el consenso que se ha heredado en Balears, de casi y el 90 por ciento, y si no hubiera sido por la lengua, se hubiera aprobado por unanimidad», dijo Rotger. Debido a este consenso, el president del Parlament auguró una tramitación «fácil». Rotger explicó que el presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, le había felicitado por el acuerdo alcanzado por los dos partidos mayoritarios, lo que supondrá que la tramitación sea «rápida y fluida». El president del Parlament pidió a Marín que «facilite» la aprobación de la reforma en la medida de lo posible.
Una vez formalizado el registro del documento en el Congreso, la toma en consideración del texto para iniciar la tramitación estatutaria tendrá lugar durante la primera quincena de septiembre. Según las previsiones que se manejan, la Mesa del Congreso calificará el texto la próxima semana. Una vez aprobada la toma en consideración, se abrirá el plazo de presentación de enmiendas por parte de los distintos partidos, enmiendas que se debatirán en la comisión constitucional y en ponencia. Si el texto es aprobada por unanimidad, hacia el mes de febrero, pasará al Senado donde se votarán las enmiendas. De no existir problemas entre los grupos parlamentarios, la aprobación definitiva podría llegar en marzo del año que viene, a dos meses de las elecciones autonómicas.
En el acto de entrega del nuevo texto estuvieron presentes los representantes del PP por Balears en el Congreso y en el Senado. La diputada popular Maria Salom aseguró que el de ayer era un día muy importante para Balears porque supone la culminación del trabajo realizado durante meses en el Parlament. El president del Govern, Jaume Matas, también se refirió a la tramitación del texto en las Cortes y consideró que el documento aprobado en Balears es un texto de «autodefensa», dentro del proceso de reforma del Estado. Confió en que el texto de Balears no se utilice como arma arrojadiza entre los partidos. El secretario general del PSIB, Francesc Antich, abogó también por evitar «debates estériles» que sólo provocarían «desconfianza» sobre el consenso alcanzado en las Islas. «Los ciudadanos nos piden que nos pongamos de acuerdo», dijo.