Con motivo de la festividad del Corpus Christi, el Ajuntament de Palma otorga especial protagonismo a los patios del casco antiguo de Ciutat ofreciendo unas visitas guiadas y conciertos en estos históricos espacios arquitectónicos. De esta manera, Cort ha dispuesto un Centro de Visitantes, ubicado en la Estudi General Lul·lià en la calle Sant Roc, donde se puede acceder a la información sobre cada uno de los más de 50 patios que hasta el próximo domingo permanecerán abiertos al público.
Ante la imposibilidad de comentarlos todos, y con la ayuda de profesionales de Cort, Ultima Hora destaca diez de los más relevantes. Muchos de estos patios llevan el nombre de las importantes familias que habitaron en las casas que los acogen o de los monumentos o las iglesias que las adornan.
La actual configuración de los patios de Palma es el resultado de una evolución histórica que arranca de la época romana, adquiere especial importancia a partir del XIII, con la llegada del gótico y culmina en los siglos XVII y XVIII cuando las principales casas de Ciutat son reformadas conforme a los estilos renacentistas y barroco. En esos siglos, el desarrollo de grandes fortunas llega acompañado de una serie de cambios en estos patios que se agrandan y aumentan su ornamentación. A partir del siglo XX, el barrio antiguo entra en un periodo de decadencia que afecta a sus casas pero la mayoría de ellas han aguantado el paso de los años. Además de importantes espacios arquitectónicos, los patios jugaron un papel social muy importante cuando eran lugares semipúblicos que los vecinos utilizaban para charlar o como espacio para juegos infantiles o incluso escarceos amorosos. La mitad de los patios fueron construidos por la aristocracia y el resto pertenecían a familias de mercaderes, juristas o corsarios.
Samantha Coquillat