El propietario de la empresa de reciclaje Adalmo, Juan Alba, defendió ayer su inocencia por los vertidos en Son Anglada en la declaración que realizó durante una hora y media en calidad de imputado ante el juez Juan Ignacio Lope Sola y el fiscal de medio ambiente de Balears, Adrián Salazar.
Declaró, asistido por el letrado Alberto de Juan, que el solar de Son Anglada no se empleó como vertedero, ya que su misión era la de mezclar con la tierra los productos que recogía en el Hospital de Son Dureta para después introducirlos en contenedores de Trasmediterránea. Insistió en que si ese suelo está contaminado, lo estará por anteriores vertidos, pero nunca por los desechos de Son Dureta.
Admitió, asimismo, que en algún momento, cuando recogía los residuos sanitarios de Son Dureta, le entraron dudas sobre su inocuidad y que por ello pidió a la responsable de hostelería de Son Dureta, E.R. (que ya prestó declaración como imputada) que le certificara por escrito que ese material no era peligroso.