«Imponer el conocimiento del catalán como un deber, que es lo que enmascara la propuesta del PSIB-PSOE, constituye un ataque a los inmigrantes y extranjeros, y rompe el equilibrio existente hasta ahora en Balears, donde no ha habido conflicto lingüístico», dijo ayer la vicepresidenta del Govern Rosa Estaràs.
«La lengua siempre debe ser un derecho para los ciudadanos, nunca una imposición desde la exigencia porque entonces se provoca el rechazo y surgen los conflictos», puntualizó Estaràs.
La vicepresidenta pidió ayer al PSIB-PSOE «lealtad institucional», tanto para aprobar la propuesta de reforma del Estatut en el Parlament, como para «garantizar que se respete el espíritu de lo pactado» en Balears, si el texto llega al Congreso.
«Si el proyecto se mejora en el Congreso, nos parecerá excelente, ahora bien, desde el respeto al espíritu y los acuerdos pactados en las Islas. Lo contrario constituirá una deslealtad y una falta de consideración a los ciudadanos de Balears», puntualizó.
Por otra parte Estaràs recordó que el PP ha aceptado el 60 por ciento de las enmiendas presentadas por los socialistas -70 de 120-, lo que demuestra «nuestra voluntad de consenso y el deseo de alcanzar un acuerdo; y si el PP ha hecho concesiones, también debe hacerlas el PSOE», añadió.
Estaràs resumió el desacuerdo en varios puntos, entre otros, recordó «la petición de 3.000 millones de euros que debe aportar el Estado a Balears, que presentó el presidente Matas con motivo de la Diada Autonómica para compensar el déficit de infraestructuras en las Islas; quien tiene problemas para aceptarlo es el PSOE, que deje de plantear dificultades y que lo acepte», concretó la dirigente popular.