El trabajo que debería desarrollar la red sanitaria de Balears en el caso de que se produjera una catástrofe en las Islas «está bien definido», aseguró ayer la gerente del 061, Dolores Riart, y añadió que este tipo de emergencias requieren manejar «bien los recursos», apostillando que «nunca son suficientes». Previamente el director asistencial del IB-Salut, Luis Alegre, afirmó que «está garantizado» y que «tenemos confianza plena en que los hospitales de la red pública y las clínicas privadas de las Islas están preparados» para hacer frente a un posible atentado terrorista. Así lo indicaron ambos en la presentación de la «I Jornada sobre catástrofes de las Islas» organizada por el Servei Balear de Salut en el hospital de Son Llàtzer y que ayer reunió a más de 300 personas.
El jefe del departamento del Samur-Protección Civil de Madrid, Ervigio Corral, dijo que los principales retos a los que tienen que hacer frente los servicios de emergencias son la multifocalidad, los riesgos químicos y las «bombas sucias», especialmente después de los atentados terroristas del 11-S en Nueva York y el 11-M en Madrid. «Lo principal es la capacidad de reacción» dijo Corral y añadió que en el caso de una catástrofe, el problema radica en lograr que un equipo de emergencia que maneja entre 5 y 7 UCI móviles pueda pasar a las 30 y gestionar 50 unidades básicas, e insistió en que «si no tienes recursos estás perdido».
Para el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Catástrofes, Carlos Alvarez, los atentados del 11-S y del 11-M han hecho que entre «en crisis el modelo de los planes de emergencia», que «son excesivamente teóricos y poco prácticos». Las administraciones, tal y como puntualizó Alvarez, deben dar «menos competencias y más capacidades», ya que estas son el talón de Aquiles de las situaciones de crisis, puesto que existen «excesivas competencias» para trabajar con los mismos recursos que son, puntualizó, «limitados». Por otra parte el doctor Juan Navia, jefe de Anestesiología, Reanimación y UCI del hospital Gregorio Marañon, al que se derivaron 232 de los heridos en los atentados perpetrados en Madrid, afirmó que «cualquier hospital de la red sanitaria nacional está perfectamente capacitado para gestionar una situación» como la que se vivió el 11-M en el centro hospitalario madrileño.