N. DOMBLÀS/EFE
El president del Govern balear se comprometió ayer a llevar ante el Congreso de Diputados una reforma lo más consensuada posible, es decir, con el apoyo del PSIB, como mínimo. Matas no sólo se mostró convencido de que la dirección nacional del PP respetará el acuerdo al que llegue el Parlament balear, sino que esperó que el resto de partidos del Congreso superen «deslealtades» y aprueben el texto que remita Balears. Matas afirmó que el Govern ha decidido iniciar el proceso de tramitación parlamentaria al considerar que «ya se ha discutido todo los que se tenía que discutir en la ponencia» y no debe haber «más obstáculos, más dilación y más excusas» para continuar con el proceso, en el que espera que se llegue a un acuerdo, insistió.
Aún así, Matas recalcó que «es justo» que el texto estatutario «no contemple diferencias entre unos y otros» y que los ciudadanos de Eivissa y Formentera tengan «los mismos derechos» que el resto de las islas, en alusión a la creación del Consell de la pitïussa menor y a que éste asuma sus funciones a los pocos meses de su nacimiento, cuestión que ha generado el desencuentro con la oposición. El secretario general del PSIB, Francesc Antich, no sólo no se mostró ayer tan optimista como el president sino que incluso le acusó de subordinar los intereses de los ciudadanos de Balears a los intereses partidistas de Mariano Rajoy. «No es serio que en una negociación planteada seriamente se saque un nuevo tema en el último minuto que rompa el consenso», dijo.
El dirigente socialista recalcó que su partido apoya la creación del Consell de Formentera pero no en las condiciones ni con las prisas que plantea ahora el PP. Aseguró que esta última propuesta es, en realidad, una excusa del partido de Jaume Matas para no aprobar esta reforma. Antich pidió a Matas «que baje a la arena» y se ponga al frente de la negociación estatutaria. La Obra Cultural Balear (OCB) envió ayer un comunicado en el que hace un llamamiento a la responsabilidad de los partidos para conseguir un avance sustancial en el autogobierno. La OCB mostró su preocupación ante la posibilidad de que no haya reforma.