La inspección de fraudes agroalimentarios, responsabilidad del Institut de Qualitat Agroalimentària, dependiente de la Conselleria d'Agricultura i Pesca, abrió en 2005 un total de 130 expedientes sancionadores en Balears correspondientes a 642 presuntas infracciones. Poco más de la mitad se refiere a productos de fuera de las Islas, si bien las presuntas infracciones cometidas en los grandes centros de distribución se contabilizan como propias de Balears. La apertura de estos expedientes sancionadores es fruto de 1.059 actuaciones inspectoras.
Los expedientes sancionadores abiertos en el departamento autonómico que dirige Margalida Moner han presentado propuestas de multas, en esta fase sólo indicativas, que suman casi un millón de euros, concretamente 978.219 euros.
De las 642 presuntas infracciones, el 69% está relacionado con el etiquetaje; el 25,7% con la composición; y el 30,2% con otros aspectos: registros, documentación, uso de denominaciones o indicativos protegidos, etc.
De las 1.059 actuaciones inpsectoras realizadas en 2005, 555 correspondieron a la fase de producción, 30 a plantas envasadoras, 308 a la fase de transporte y 166 a almacenes. Se levantaron 583 actas de inspección y se procedió a la toma de 349 muestras de alimentos.
Por sectores, el que acumula un mayor número de presuntas infracciones es el de los vinos, con 200 (casi una tercera parte del total), seguido, ya de lejos, por los piensos, los caramelos, los huevos y los productos cárnicos, todos ellos entre 40 y 60.