El endurecimiento de las normas que regulan la entrada de la población extranjera en Balears ha disparado la cifra de matrimonios de conveniencia, fraudulentos, en los que se aprovecha la muy difusa línea que separa el amor de un enlace concertado para obtener «los papeles». En Palma, el juez Julio López Bermejo confirmó a Ultima Hora que había anulado en los últimos meses una decena de matrimonios convenidos, a pesar de la dificultad que entraña discernir cuándo la unión entre los cónyuges está basada en el amor o sólo le guía un deseo de defraudar a la ley. «Un juez no puede convertirse en policía del amor», afirmó. «He dictado autos contrarios a esas uniones cuando la evidencia de que es fraudulenta es flagrante. Por ejemplo, en la entrevista con un novio, éste desconocía el apellido de la novia», explicó. En la capital balear se celebraron el pasado año 1.113 matrimonios, según el Registro Civil. El juez califica de tema «muy delicado» prohibir las uniones por conveniencia. «No podemos hurgar en la intimidad de esa gente. ¿Por qué un chico cubano de 20 años no se puede enamorar de una española de 60 o más años? ¿Quién está autorizado para negar el consentimiento a un matrimonio de esas características, o similares?. Las meras sospechas en estos casos no bastan», señala.
No obstante, hay indicios reveladores sobre la puesta en marcha de una unión conyugal contraria a la ley. Por ejemplo, que los novios se equivoquen sobre sus respectivos datos, que apenas se conozcan o que hablen idiomas distintos. Cuando eso ocurre, la Administración se pone en guardia y adopta las medidas pertinentes. En realidad, el fraude queda más a la vista cuando las parejas acuden al Registro a inscribirse y cometen errores demasiado obvios. Aunque muchos se aprenden de memoria lo que deben repetir ante el juez, siempre surgen dudas, vacilaciones, ante preguntas de cómo se conocieron, si conocen los nombres de algunos de los familiares de sus parejas, entre otras. Asimismo, les piden que aporten fotografías en los que aparezcan juntos en meses anteriores o correspondencia que se hayan cruzado.
Uno de los primeros filtros son los consulados españoles y, en este aspecto, el juez López Bermejo señala que La Habana y Santo Domingo lideran las cifras de denegaciones de matrimonios. Pero, en este árido camino por detectar matrimonios fraudulentos para conseguir la estancia legal en España también se cometen muchas injusticias, según afirma el abogado Jaime Bueno. «Hay matrimonios legales concertados por los inmigrantes en sus países de origen, fundamentalmente islámicos, con Marruecos como caso particular y el consulado español niega la validez de esa unión por entender que son de conveniencia y urdidos para traer aquí a la mujer o los hijos. Todo ello, a pesar de que se acredita el envío de dinero, comunicaciones telefónicas, se les deniega la validez del matrimonio. Y no hablemos cuando esa mujer marroquí usa velo o en el caso de un hombre, barba larga. Entonces, la dificultades aumentan», señaló.