Escola Catòlica de les Illes Balears (ECIB), que aglutina a 83 centros con unos 42.000 alumnos, y la Confederació de Federacions i Confederacions de Famílies d'Alumnes de l'Escola Catòlica de les Illes Balears (Confaecib) reclamaron ayer al Govern que el borrador de decreto de trilingüismo, que prevé el reparto por igual de las horas impartidas en la enseñanza entre catalán, castellano e inglés, sea «flexible» y «variable» para no perjudicar al catalán con recortes importantes en las clases en este idioma. Marta Monfort, presidenta de la ECIB; Nieves Torrens, presidenta de la Confaecib; Miquel Balle, secretario general de la ECIB; y Francisco Ruiz, portavoz de Confaecib, se mostraron de acuerdo «en reforzar el estudio de lenguas extranjeras». En este sentido, los representantes de ECIB y Confaecib apoyaron «la implantación progresiva del modelo lingüístico trilingüe», pero con el matiz de proponer «una reducción del porcentaje de inglés previsto actualmente en el borrador», fijado en un 33 por ciento.
Así, los responsables de ambas entidades recordaron que «un porcentaje significativo de centros integrados en ECIB tienen implantado un modelo lingüístico que supera el 50 por ciento de la enseñanza en catalán, en algún caso llega hasta el 90 por ciento, por lo que la adecuación al modelo trilingüe implicaría una reducción drástica del catalán, dando lugar a una situación absurda». Con esta argumentación, ECIB y Confaecib pidieron a la Conselleria d'Educació que el modelo trilingüe sea variable y flexible «para que los centros puedan planificar su proyecto lingüístico».
Monfort, Torrens, Balle y Ruiz quisieron dejar claro que su propuesta no busca confrontación, «pues nuestra voluntad y predisposición es de colaboración con la Administración para mejorar el contenido del decreto y tener la posibilidad de que el modelo pueda ser acogido por los centros con diversidad de proyectos lingüísticos. Queremos que nuestros centros afiliados mejoren su nivel lingüístico, incluido el de la lengua inglesa, pero consideramos que el nuevo decreto es compatible con la pervivencia del llamado 'decreto de mínimos'». Un ejemplo de modelo lingüístico expuesto por ECIB y Confaecib es el de un 50 por ciento por catalán, un 30 por ciento en castellano y un 20 por ciento en inglés, donde se incrementarían las horas en este último idioma, pero sin llegar al 33 por ciento y sin que el catalán ni el castellano vean recortada considerablemente su presencia educativa.