El aeródromo militar de Pollença recibió ayer la visita del histórico avión Dornier 24 ATT después de 35 años de que la última de estas naves hiciera su último vuelo en España, realizando el trayecto de la base del Port de Pollença hasta Friedrischafen, en Alemania, para ser entregado a la familia Dornier. Eran las doce y media del mediodía y la expectación entre la gente que se congregó en el dique de la base militar estaba centrada en el aire esperando la llegada de la histórica nave. Después de varios pases por encima de la gente, el avión Dornier 24 ATT amerizó en aguas de la bahía de Pollença. Entre el público asistente destacaba la presencia de varios miembros de la tripulación de los aviones Dornier de los años 50. Entre ellos, el comandante José María Lomas, quien explicó su experiencia vivida en una de estas naves: «Soy fotógrafo cartógrafo del Ejército del Aire. En el año 1950 llegué a la base militar de Pollença como miembro de la escuadrilla 51 de salvamento y formé parte de la tripulación de los Dornier».
Durante los años 50 llegaron un total 12 aviones Dornier y Lomas, con la nostalgia en los ojos, explicó que «he visto nacer a estos aviones. Eran naves cedidas por los alemanes y su misión era la de salvamento de náufragos, barcos o pilotos caídos en el mar Mediterráneo». El comandante Lomas no recuerda con exactitud las fechas en que los Dornier 24 dejaron de ser operativos pero no duda ni un momento cuando asegura que «el 5 de agosto de 1955 a las 8.30 horas, siete tripulantes de un Dornier sufrimos un accidente cerca de Formentor. Sólo tres miembros de la tripulación sobrevivimos al accidente. Sólo sé que se paró un motor».Pero ayer volvió a recordar aquellos años con el último ejemplar del Dornier 24 que zarpó de Pollença para ser restaurado por un descendiente de la familia Dornier.
Maria Nadal