El tramo terrestre del gasoducto, desde su entrada por Sant Joan de Déu hasta la central de Son Reus, discurrirá junto a siete núcleos de población (dos de Palma -Coll den Rabassa y Son Ferriol- y cinco de Marratxí -Pla de na Tesa, Cas Capità, Pont d'Inca Nou, Son Ramonell y es Garrovers- que suman 24.000 habitantes), además de pasar junto al hospital Son Llàtzer. Endesa, como adjudicataria del tramo terrestre (Enagás, del grupo Gas Natural, es la adjudicataria del submarino), ya ha diseñado el trazado terrestre, con 16,5 kilómetros. Los estudios e informes de seguridad realizados por las adjudicatarias más la evaluación de riesgo encargada por la Conselleria d'Energia a una empresa especializada concluyeron que la alternativa de la entrada del gasoducto por Sant Joan de Déu es más segura que la del Dic de l'Oest. Concretamente, se cuantifica en «veinte veces más segura» la primera sobre la segunda.
Este mayor nivel de seguridad tendría dos razonamientos básicos. El primero, el trazado por Sant Joan de Déu (16,5 kilómetros) es mucho más corto que las dos variantes del Dic de l'Oest, con casi 30 kilómetros porque, de cualquier modo, hay que llegar a las centrales de Son Reus y Cas Tresorer para alimentarlas con gas natural. El segundo razonamiento apunta que por el Dic de l'Oest se atravesarían núcleos de mayor densidad de población hasta cas Tresorer. Los estudios también destacan que el trayecto por Sant Joan de Déu no afecta a ninguna ANEI ni al yacimiento fosilífero de es Carnatge, pasando a 65 metros de distancia.
El análisis de riesgo señala que «la zona de Sant Joan de Déu presenta una entrada lineal por un área sin tráfico de barcos y con poca pendiente en la transición entre mar y tierra. El Dic de l'Oest es una zona marina profunda y portuaria, con intenso tráfico de barcos, y habría más dificultades constructivas».