Distintos integrantes de la comunidad musulmana de Balears entregaron ayer una carta a la vicecónsul de Dinamarca en Palma, Anne Dorte Kring Simonsen, para reclamarle disculpas, como representante del Gobierno danés, por las caricaturas de Mahoma publicadas por el diario «Jyllands-Posten». El colectivo musulman -encabezado por el mallorquín Joan Carles Salvà Trobat, presidente de la Asociació Anselm Turmeda y delegado de la Comunidad Islámica en Balears, y por el presidente de la Asociación de Argelinos de Balears, Nouredine Belmeddah- solicitó a la vicecónsul medidas para evitar que los insultos a las religiones puedan ampararse bajo la libertad de expresión. El documento (que este rotativo reproduce parcialmente en esta misma página) explica el «sentir» y la «indignación» de los musulmanes de Balears frente a lo que consideran una «humillación» y un «agravio».
El Consulado danés, muy cerca del céntrico bar Bosch de Palma, se convirtió en un momentáneo hervidero de periodistas y fotógrafos, que esperaban obtener la imagen de la vicecónsul con el colectivo musulmán. La reunión se hizo a puerta cerrada y la imagen no pudo ser tomada. Tampoco la vicecónsul ofreció declaración alguna a la prensa. Al salir del encuentro, Salvà Trobat anunció «una gran voluntad de comprensión» por parte de Simonsen, quien «se mostró en todo momento dispuesta a colaborar con nosotros y al diálogo». El colectivo apeló a la creación de una normativa que proteja a los musulmanes de insultos y demandó que se explique cuál es la postura oficial del Gobierno danés sobre la crisis de las caricaturas.
En la carta entregada los musulmanes también invitan «de todo corazón» a la juventud danesa a conocer la importancia de la figura de Mahoma para los miembros de esta religión. Tanto Salvà Trobat como Belmedahh aseguraron que «le hemos expuesto que sería una buena idea que los daneses conocieran la figura de Mahoma con más profundidad. Sería una buena manera de fomentar la tolerancia. Hemos hablado de colaborar conjuntamente con el Gobierno danés para la impresión de una pequeña biografía de Mahoma. Ha habido predisposición y entendimiento». Salvà precisó que «la vicecónsul nos ha dicho que le parecía muy triste todo lo ocurrido, y que se siente preocupada por lo acontecido en su país. Y que veía los errores graves que había cometido la revista danesa».