Marratxí inauguró ayer la tradicional Fira del Fang en una deslucida jornada protagonizada por la incesante lluvia que supuso un incómodo acompañante para los numerosos visitantes que congrega todos los años por estas fechas y que en la presente edición podrá ser visitada hasta el próximo día 12 de marzo.
Una cita ineludible para los artesanos que reúnan la doble condición de productores y comerciantes, ya que tan sólo se admiten los productos artesanales elaborados integramente por un mismo artesano. Elementos que suman jarras, vasijas, botijos, ollas, paellas y, cómo no, los ineludibles siurells que año tras año se alinean en los puestos de exhibición y venta del municipio mallorquín para admiración de residentes y turistas que de año en año acuden en mayor número al recinto.
Este año además el evento ofrece la particularidad de que por vez primera los expositores deberán pagar una cuota de participación. Hasta el momento, el pago se realizaba con productos artesanos por un determinado valor, pero en la actual edición los participantes pagarán entre 50 y 200 euros. Una feria de hondas raíces etnológicas, cuya imagen nos remite al pasado más ancestral y a la vez más vivo de Mallorca y de este municipio de Marratxí, donde efang, sus artesanos y talleres ejercen su presencia física y espiritual en todos los rincones de las poblaciones originarias que forman Pòrtol y sa Cabaneta.
Gabriel Alomar