La falta de una regulación específica impidió ayer al Consell conceder el interés general a dos peticiones para instalar sendos centros de energía fotovoltaica en Palma y Petra. El conseller de Territori del Consell, Bartomeu Vicens, aseguró ayer que la institución no tiene mecanismos para autorizar la implantación de centros de producción de energía renovable en suelo rústico. Ayer quedaron sobre la mesa las dos primeras, pero Vicens explicó que el Consell tiene contabilizadas varias peticiones más.
Estos centros de producción de energía los promueven particulares, que instalan las placas fotovoltaicas en terrenos de su propiedad y después venden a GESA la energía que producen. Se trata de energías 'limpias', de interés estratégico para Balears, pero que comportan el problema de su notable impacto en el paisaje mallorquín.
Por el momento, el Consell ha optado por dejar las peticiones sobre la mesa, aunque el informe de la ponencia técnica era desfavorable ya que se les aplica la normativa para industrias en suelo rústico, aunque tampoco se trata de industrias en sentido estricto.