Un emotivo entierro de la sardina puso ayer punto y final a las
fiestas del Carnaval de Marratxí en un acto que congregó a más de
300 personas en Pòrtol y que reunió a vecinos de todo el término
municipal.
La celebración, organizada por la Associació de Persones Majors Es
Turó en colaboración con el Consistorio, recorrió las calles de la
localidad en una fúnebre comitiva vestida de riguroso luto,
acompañada por el tradicional coro de plañideras que despertó las
risas de los asistentes a su paso.
Un acto que contó con la actuación de la banda de música y que dio
comienzo a las 18.00 horas en el local social Es Turó atestado de
gente en un nuevo recorrido por el pueblo hasta la plaza de Can
Flor. Presidido por el alcalde del municipio, José R. Bauzá,
rodeado de numerosos vecinos, destacó el carácter del acto
siguiendo la mejor tradición carnavalera, junto a la presidenta de
la asociación organizadora, Francisca Rigo.
La esperpéntica procesión concluyó frente a la pira donde se
procedió a quemar la sardina de cartón, que medía nada menos que
2,5 metros de largo, como preludio a una cena para todos los
asistentes, calculados en 600 comensales a base, cómo no, de 90
kilos de sardinas. A partir de las 20.30 dio comienzo como colofón
de la fiesta el tradicional baile de duelo en el Centre Cultural Es
Cine, de Portol que animó una velada para todas las edades hasta el
filo de la medianoche.
Gabriel Alomar