El sol lució a lo largo de la mañana de ayer con fuerza en Lluc por lo que la nieve se fue derritiendo lentamente. Algunos campos o zonas poco transitadas guardaron todavía una fina capa de nieve que fue aprovechada por los visitantes que no quisieron perderse la gran nevada del año en la Isla y se acercaron hasta allí para contemplar el blanco paisaje. En algunos campos cercanos al Santuario de Lluc, grandes y pequeños aprovecharon para hacer una parada para lanzarse bolas de nieve, hacer los tradicionales monigotes o fotografiarse con el fondo nevado de las montañas.
La carretera de Lluc a sa Calobra quedó abierta al tráfico hacia
las once y media de la mañana después de que las máquinas limpiarán
la vía para evitar cualquier tipo de peligro por la formación de
placas de hielo.
Pese a que en la Comuna de Bunyola había más de dos palmos de
nieve, varios ciclistas desafiaron al frío y se lo pasaron de lo
lindo circulando por la montaña.
C.M./R.D/G.P/N.J.