Ayer también fue día de Carnaval en los colegios que no habían
celebrado esta fiesta el «Dijous llarder» por el mal tiempo o
simplemente porque preferían hacerlo en viernes para no entorpecer
el ritmo semanal de las clases. Eso sí, todos ellos lo celebraron
en el interior del centro debido a la lluvia que cayó durante todo
el día. Algunos de los centros que vivieron ayer su particular
fiesta de disfraces fueron el colegio Santa Magdalena Sofía, el
Aula Balear, ambos de Palma, y la escoleta municipal de
Calvià.
Santa Magdalena Sofía. Un total de 450 alumnos disfrutaron ayer de
una fiesta llena de mucho colorido e ilusión. Y es que, a pesar de
la meteorología, ningún niño quiso perderse la ocasión de lucir el
disfraz que durante semanas había estado preparando ante sus
familiares, sus profesores y sus propios compañeros. Wally,
Asterix, los Pitufos, Caperucita y el lobo, Peter Pan y Campanilla
y la flor romania fueron algunos de los disfraces que ayer se
pudieron ver por los pasillos de este centro. Estos personajes
fantásticos fueron elegidos como leit motiv de esta fiesta debido
al lema de la escuela, «Això era i no era».
Aula Balear. En este centro, cada clase un tema diferente para
disfrazarse. Así, los de Infantil se vistieron de animales salvajes
como cebras o elefantes. Por su parte, los mayores optaron por
temas mucho más adaptados a su enseñanza como la geometría, los
números y los inventos. Los profesores del centro también se
disfrazaron y lo hicieron del logotipo del colegio -al cumplirse
este año su vigesimoquinto aniversario- diseñado en su etapa
escolar por la ex alumna Lydia E. Larrey. El logotipo consiste en
una niño y una niña, vestidos de azul y amarillo, dándose la mano.
El objetivo de los profesionales de este colegio era que los niños
realizaran su propio disfraz en clase o con la ayuda de sus padres,
únicamente con materiales reciclados. Como tuvieron que quedarse en
el interior del centro, un equipo de animación entretuvo a los
alumnos con distintos juegos.
'Escoleta' municipal de Calvià. Tanto los profesores como los niños
de la escoleta municipal de Calvià dejaron a un lado la
preocupación que hay en torno a la gripe aviar y decidieron
disfrazarse de pollos. Fue un disfraz muy logrado, y muy original
la idea del centro de proponer a los padres disfrazarse igual que
los niños para celebrar todos juntos el Carnaval. De esta manera
vimos familias enteras, es decir gallinas, pollos y pollitos. Fue,
sin duda, una de las etapas más entrañables de la jornada de
ayer.
Y es que el Carnaval es una de las citas preferidas por los niños,
ya que pueden convertirse por unas horas en sus personajes
preferidos y muchos de ellos lo hacen acompañados de sus padres. Se
trata también de una ocasión idónea para vivir la familia de una
manera distinta a la de todos los días.
Samantha Coquillat