El teniente de alcalde de Muro, Nofre Plomer, y su esposa, Apol·lònia Serra, reunieron ayer a unas doscientas personas en la jornada de matances con más fama de toda la Part Forana. Invitados y trabajadores degustaron ayer la exquisita sopa de matances con un punto de picante y un plato de frito mallorquín, además del postre y las bebidas. Como cada año la pareja de anfitriones demostró que en la organización de esta fiesta son verdaderos profesionales.
Este año para servir comida a los casi 1.000 comensales que acuden hoy a la fiesta y a quienes lo hicieron ayer se han sacrificado dos cerdos y comprado cerca de 70 kilos de carne. Durante toda la mañana y parte de la tarde, un centenar de personas ayudaron a Nofre y a Apol·lònia en la preparación de las sobrasadas, los botifarrons, el frito, las sopas y las pelotas de carne que hoy se sirven junto aarròs brut.
Y es que como explicaban ayer quienes trabajan en estas matances son dos días en los que se levantan muy pronto, sobre las siete de la mañana y no se para hasta la noche. La fiesta contó este año con un especial homenaje a Nofre Plomer que llevaba en secreto su 60 cumpleaños. Al acabar la comida sus amigas y su mujer esperaron a que se sentara y le acercaron una tarta con velas en la que estaba grabada una foto en la que aparecían Nofre, su mujer y el president el Govern, Jaume Matas, alabando sus matances.
Marta Medrano