La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMIPA) del Colegio Santa Isabel pidió ayer al Govern balear y a Cort que los alumnos permanezcan en su centro escolar y se paralicen las obras de soterramiento de las vías del tren, «en la zona que se determine por consenso», hasta final del año académico.
Los padres de los alumnos consideran que ésta es «la mejor opción», junto con que se prosiga con el seguimiento del estado del edificio y se les proporcione, «en la mayor brevedad posible», el informe técnico que se lleva a cabo a consecuencia de los temblores del 18 de noviembre.
Además, solicitan que se dé atención psicológica a los niños de todos los padres que lo soliciten, debido al estado de ansiedad y miedo que las vibraciones en el edificio, que provocaron su desalojo el pasado miércoles, han generado en los escolares. Aún así, la AMIPA señala que, para impedir que los 323 alumnos del centro «sean diana de presión política y mediática», baraja «la posibilidad» de que se realoje a los niños en otro edificio, como se comprometió el director general de Planificación y Centros Educativos, Rafael Bosch.
Pere Mas, coordinador de los técnicos del IBISEC, manifestó ayer que hasta el lunes no se tomará una decisión definitiva aunque los técnicos apuestan por desalojar el colegio, realojar a los alumnos y reformar el edificio antes de que vuelva a ser utilizado.