J. M. SASTRE/N. DOMBLÀS
Soportó estoicamente el maratoniano pleno del Consell, intervino
para rechazar las propuestas de resolución presentadas por la
oposición y aguantó las protestas del conseller del PSM Antoni
Alorda por su intervención como miembro del gobierno de Maria
Antònia Munar.
Había comido con sus compañeros de gobierno, el resto de consellers de UM, y, sentado junto a Caterina Canyelles, tras su regreso al salón de plenos, aprovechó algunos momentos para bromear con Alorda. Tenía que ser un pleno normal, como todos los celebrados con anterioridad y como todos los que se debían celebrar más adelante. Pero no lo fue.
La prematura y repentina muerte del conseller de Cooperació Local y ex alcalde de Manacor, Miquel Riera, ha dejado a sus compañeros de Corporación conmocionados, dolidos, estupefactos. Era un hombre tranquilo, un conseller sin estridencias. Apenas vigilado por la oposición a pesar de que se ocupaba del problema de los residuos, unos de los asuntos más espinosos del Consell.
¿Por qué? Porque era un hombre «con el que se podía hablar», como lo han definido sus oponentes políticos. Alcalde carismático en Manacor, Maria Antònia Munar pronto se fijó en sus cualidades -perseverancia, tenacidad, amabilidad, capacidad de diálogo- y contó con él para su primer gobierno en solitario en el Consell.
Miquel Riera Servera cumpliría mañana 46 años. Se licenció en Farmacia en 1985 por la Universitat de València. De su abuelo heredó la farmacia de la céntrica plaza de sa Bassa de Manacor y quizás la vocación política, puesto que también fue alcalde de Manacor.Casado y con dos hijas y un hijo, Miquel Riera comenzó su militancia política en las filas del PP, partido que abandonaría en 1996 para fundar una nueva agrupación independiente: Alternativa Liberal de Manacor (ALM).
Su primera irrupción como cabeza de lista fue en las elecciones de 1999, en que ALM logró un solo concejal. Tras duras negociaciones post electorales, en Manacor se rubricó el también denominado Pacte de Progrés, con el que Miquel Riera ascendió a la Alcaldía con el apoyo de los independientes de AIPC, el PSM y el PSOE.