«Lucid con orgullo el nombre de Balears», subrayó el presidente del Govern, Jaume Matas, al entregar ayer en el Passeig del Born, ante autoridades civiles y militares, y un millar de personas, el guión de la agrupación táctica al jefe del contingente balear, cuyo primer grupo, parte hoy hacia Bosnia-Herzegovina. «Este acto tiene una fuerte carga simbólica -añadió- ya que con el guión que he tenido el honor de entregaros os hacéis depositarios de la responsabilidad de llevar el nombre de Balears en una encomiable misión internacional de paz. Sin duda, el mejor trabajo que puede desempeñar un soldado». El presidente del Ejecutivo autonómico mencionó la procedencia de los soldados que irán a Bosnia: Regimiento de Infantería Palma 47, Regimiento Mixto de Artillería 91, la unidad de Ingenieros 14, Batallón del Cuartel General de la Comandancia General de Balears, Unidad de Servicios de la base General Asensio, Unidad Logística 71, la Agrupación de Apoyo Logístico 41 de Zaragoza y el Tercio de Armada de Infantería de Marina de Cádiz.
Matas también remarcó la «profunda identidad que hay entre la sociedad y sus fuerzas armadas», reflejada recientemente en la declaración de apoyo del Parlament balear a esta operación. El jefe del Ejecutivo se despidió por «poco tiempo» de estos profesionales, ya que, según señaló, espera poder verles «en el mismo escenario de la misión», en Mostar. En total, se desplazarán a Mostar 167 militares profesionales de la Comandancia General de Balears (30 de ellos mujeres), de un total de 363 (196 de la Agrupación Logística 41 de Zaragoza y de Infantería de Marina de Cádiz). Los soldados conforman la agrupación táctica SPFOR XXVII «Baleares», que liderará una misión de paz en Mostar enmarcada en la «Operación Althea», un dispositivo internacional de mediación entre las comunidades serbia, croata y musulmana que desarrolla la UE desde 2004 y en el que participan 33 países.
Tras la entrada de la unidad por la calle Unió hasta el Passeig del Born, el comandante general de Balears, José Emilio Roldán, pasó revista a la tropa y recibió al presidente balear. Roldán agradeció a su apoyo al Govern y los ciudadanos, el cual refleja, según afirmó durante su discurso, que «no existe una sociedad civil y otra militar». Los militares de Balears van ahora a «una tierra de profundas heridas», recordó el comandante general en referencia a los Balcanes y a la «guerra cruel» que ha dejado en la zona «a más de 200.000 muertos y más del 50 por ciento de la población desplazada». La agrupación SPFOR XXVII «Baleares», señaló, recogerá el testigo de la «ingente labor que 30.000 españoles han llevado a cabo durante trece años» en la zona, durante los cuales han perdido la vida 21 de ellos. También hizo referencia a los peligros que puede conllevar esta misión y les recomendó que extremen la prudencia y se conviertan en «unos obsesos de la seguridad», para que, a finales de abril, cuando retorne el contingente, vuelvan «todos y cada uno» de ellos.