Pasado mañana, 10 de enero, la Agrupación Baleares se hará cargo de la jefatura de la base española de Mostar, ubicada junto con otras agrupaciones de la OTAN en el aeropuerto de la capital de Bosnia Herzegovina. Un lugar discreto, como discreta es ya la presencia de estas tropas en aquel país, situado a unos 12 kilómetros del centro urbano, en el que convivirán con tropas marroquíes, que son las que prestan el servicio de vigilancia al aeropuerto, franceses, alemanes e italianos.
Dentro del recinto que corresponde a Base Española, está la plaza del Pilar, en el que se encuentra el edificio de la plana mayor de mando, frente al cual se puede ver un indicador de distancias desde Mostar a las ciudades de donde provienen los soldados, la plaza de la Alhambra, en la que hay pequeños campos de deporte, rodeados por contenedores en los que duerme la tropa (en otro lugar está el amplio comedor y la cocina, así como el gimnasio), y la plaza de España, que es donde se celebran los actos oficiales.
He estado en Mostar en tres ocasiones. 1994, 1996 y 2002. En pleno conflicto, cuando estalló la paz y cuando el país estaba en vías de consolidación democrática. En 1993, con un grupo de mallorquines adscritos a la organización Joves Empresaris, casi estuvimos a punto de llegar. Nos desplazamos desde Palma con una decena de coches, entre ellos una ambulancia, cargados de alimentos y medicinas.