El Ajuntament de Palma puso en marcha la Inspecció Tècnica d'Edificis (ITE) el 22 de diciembre del año pasado con el objetivo de regular la conservación de los inmuebles. Del total de 28.434 inmuebles que deben pasar la inspección en Palma, tan sólo se han presentado cinco solicitudes ante el Ajuntament. Los inmuebles sujetos de esta inspección son aquellos que tienen una antigüedad superior a los 25 años. Los edificios de más de 25 años y de menos de 50 disponen de cuatro años desde la aprobación de la inspección (ahora sólo tres) para solicitarla a Cort, mientras que los inmuebles de entre 50 y 100 años deberán realizarla en un plazo de tres años. Los edificios de más de cien años tienen que pasar la ITE antes de que termine 2006.
El procedimiento que deben seguir los propietarios de los inmuebles es el siguiente: deben encargar a un técnico competente designado por ellos mismos la redacción del informe de inspección, cuyo coste ronda entre los 50 y los 80 euros. La inspección, de carácter visual, debe determinar la presencia o no de signos externos que denoten la existencia de procesos patológicos que puedan significar peligro (especialmente elementos de fachadas colindantes a espacios de uso público).
En el caso de no conocer a ningún técnico especializado, los propietarios podrán dirigirse a los colegios oficiales correspondientes. El informe será remitido a Urbanismo y este departamento decidirá qué mejoras hay que hacer. Tanto el concejal de Urbanisme, Rodrigo de Santos, como el presidente del Col.legi Territorial d'Administradors de Finques de Balears, Jaume Morell (firmantes del convenio relativo a la Ordenança Municipal sobre Protecció d' Edificis) coincidieron en señalar en su día que la normativa contribuirá a mejorar las condiciones de seguridad de los edificios de Palma.