La Seu acogió el pasado sábado por la tarde, día de Nochebuena, el tradicional acto ecuménico que organizan el Bisbat de Mallorca y las Iglesias católica y evangélica de habla alemana. Hace ya 39 años que el entonces obispo de Mallorca, Rafael Àlvarez, inició este encuentro entre comunidades cristianas y se ha ido consolidando de tal manera que se desarrolla en dos convocatorias, una a las 15:30 horas y otra a las 17:00 horas, por la masiva afluencia que registran.
A las dos misas acudieron miles de personas entre residentes de habla germánica y turistas de Alemania, Austria y Suiza. Como si fuera una excursión turística, numerosos autocares aparcaron en el Moll Vell y, acompañados por guías, los turistas llegaron a la catedral. La mayoría de residentes de habla alemana ya conocen este acto ecuménico y repiten asistencia desde hace años.
La primera misa fue presidida por el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, a quien acompañó el canónigo de la Seu y delegado diocesano de la Pastoral de Turisme, Joan Bestard, y religiosos de comunidades católicas y evangélicas de habla alemana. La segunda misa fue presidida por el propio Joan Bestard.
Con la presencia de un gran árbol de Navidad traído desde Alemania, colocado junto a la escalinata de la sillería del coro y adornado con neules mallorquinas, Murgui dio la bienvenida a las comunidades cristianas de habla alemana que pasan la Navidad en Mallorca e hizo una referencia al papa Benedicto XVI, de nacionalidad alemana, para recordar su compromiso con la causa ecuménica.
Las ceremonias se desarrollaron en alemán, pero Murgui intervino en castellano, siendo traducido a los presentes por el propio Joan Bestard, demostrando así su dominio del idioma germánico.
Las misas fueron acompañadas por diversos cánticos en alemán, conducidos por el órgano y dos trompetas, y entre las interpretaciones destacó el famoso «Noche de paz».