El principal atractivo de la Laponia finlandesa no son sus espectaculares paisajes, la variedad de excursiones en plena naturaleza que se pueden realizar ni la contemplación de uno de los fenómenos naturales más impresionantes como es la Aurora Boreal. Por lo que cada año vienen cientos de miles de personas de todo el mundo es para poder ver y conocer a Papá Noel, o Santa Claus, como se le conoce en otros lugares, entre otros, Laponia. Pocas personas tienen durante estos días el trabajo de Papá Noel. En un sábado de invierno más de 4.000 personas pasaron por su despacho oficial, que está abierto entre las 9 de la mañana y las 6 de la tarde. Y eso con una temperatura exterior de casi -20 grados. Poco importa el frío con tal de pasar unos breves segundos con él. Un saludo y una foto con él (cuyo precio es de 17 euros) es en lo que consiste el encuentro. Hace unos días, antes de que se abrieran sus dependencias, y gracias a la intermediación de Pedro Gost, un periodista de Ultima Hora departió unos minutos con este mágico personaje, que esta noche llevará la alegría a millones de hogares de todo el mundo. Papá Noel, al conocer que veníamos de Mallorca, nos saludó con un Bon dia. Durante el encuentro, explicó que al año recibe la visita de 500.000 personas de todo el mundo. «En verano se acercan hasta aquí muchos holandeses y alemanes junto a ciudadanos de los países escandinavos, mientras que en invierno, los ingleses son mayoría, junto a los españoles». La oficina de Santa Claus se encuentra abierta los 365 días del año y ésta es su residencia permanente desde 1992, aunque el primer edificio de este complejo que parece sacado de un cuento (incluye varias tiendas, el servicio de correos y un restaurante) data de 1952. Precisamente, los envíos postales son los que también le ocupan un gran tiempo de su ajetreada vida, ya que recibe 750.000 cartas al año. Del total de visitantes -500.000- el 80 por ciento son adultos y el 20 por ciento, niños. Santa Claus nos cuenta cuáles son las peticiones más comunes. «Las personas no desean regalos materiales, sino un mundo en paz, sin guerras ni hambre». De este singular personaje intentamos saber cómo ve el mundo, pero demostrando sus dotes diplomáticas dice: «No puedo hablar de política». Son las nueve de la mañana y ya hay gente esperando en la antesala de su despacho, así que concluimos el encuentro con la ilusoria sensación de que personajes como él podrían ayudar al mundo.
Jaime Moreda
En unos países lo conocen como San Nicolás, en otros Santa Claus,
Papá Noel o el Viejecito Pascuero. San Nicolás de Bari fue un santo
muy popular fallecido el año 345. Santa Claus evolucionó del nombre
del santo en alemán, San Nikolaus. El golpe de gracia de la
transformación de San Nicolás en el icono actual lo dio el pastor
protestante Clement C. Moore, quien publicó en 1823 un poema
llamado «Un relato sobre la visita de San Nicolás».
El cambio de atuendo de Papá Noel (Padre Navidad en francés), que desde siempre se le recordó mayor y con barba blanca porque cuando salió de prisión en tiempos de Constantino tenía una larga barba blanca, fue debido a una operación histórica de marketing de Coca-Cola, que le vistió con su traje rojo.