La conferencia de Julián Oller, ilustrada con imágenes, resultó novedosa para los presentes, que nunca habían visto fotografías de Carlos Greco, de 1921, de Guillem Xucla de 1929 y del primer avión charter de Luxemburgo Airlines que trajo una orquesta a Son Bonet. Tampoco se sabía que las primeras cabriolas en el aire y la primera vuelta a Mallorca se realizaron sobre Son Bonet y que las chocolatinas «Nelia» caían en pequeños paracaídas sobre la gente. También la plaza de toros recibió a un paracaidista en un festival aéreo, el mismo que lanzaba un mono que rara vez caía en el lugar fijado.
Julián Oller es un estudioso historiador que comenzó esta pasión aeronáutica gracias a un libro sobre Antoine de Saint Exupéry, y su mayor emoción ha sido escribir en la máquina de escribir del famoso escritor-aviador. Oller asegura que si Robert Graves contrató un avión para llegar a Mallorca en época de aislamiento internacional a España, fue por su amor a esta tierra y que en ese hecho aislado se concentraba el futuro de una actividad de charter privado incipiente, cuando empezaban los años 30. El primer aterrizaje en Son Macià, por Julien Mamet, y la primera Vuelta Aérea a Mallorca de Manuel Colomer marcaron hitos al igual que Ramón Rullán, uno de los primeros pilotos en obtener el título en Mallorca.
Todas las imágenes de Son Bonet fueron detalladas por Rullán en libros y negativos fotográficos que desde ahora están en poder de la Fundación Aeronáutica Mallorquina.
Óscar Pipkin