«El Consell de Mallorca rechaza la utilización partidista en los medios de comunicación de la información pública del Consell o de cualquier otra institución, ya sea en contra de un partido político o de una persona concreta, manipulando esta información y la verdad; todo ello con la finalidad de dignificar la actividad política y no permitir ningún ataque organizado, sin otro fundamento que el interés partidista, contra ninguna institución o sus representantes». Es el acuerdo al que ayer llegó el pleno del Consell tras la votación de una moción presentada por UM y que contó con los votos favorables de los representantes del PP y del PSOE y la abstención de PSM y EU-EV. El popular Joan Font no estuvo presente ni en el debate ni en la votación y el socialista Andreu Crespí abandonó el salón de plenos antes de que se votara la moción en protesta por las acusaciones que en el aquel momento lanzaba el portavoz del PP, Fernando Rubio, contra el PSOE.
En su defensa de la moción, el vicepresident del Consell, Miquel Nadal, aseguró que UM acepta la crítica política, «pero no la mentira consciente e interesada» que tan sólo busca «réditos políticos o comerciales» con actitudes «irresponsables». «Si se hacen acusaciones sin pruebas se convierten en difamaciones», señaló Nadal, quien añadió que su propósito era dignificar la vida política. Nadal añadió que las acusaciones aparecidas contra UM en determinados medios de comunicación ponen además en entredicho la honorabilidad de los funcionarios del Consell y pidió que acuda a los tribunales quien estime que se está produciendo alguna irregularidad presupuestaria. El portavoz del PSM Antoni Alorda se mostró dispuesto a apoyar la propuesta de UM en contra de la «manipulación» a condición de que se aceptara una enmienda en la que se proponía la creación de una comisión que estudie la política de subvenciones del Consell.
Alorda aseguró que no estaba dispuesto a dar su apoyo si de esa manera se interpretaba su apoyo al reparto de subvenciones que hace la institución insular. La enmienda no fue aceptada y el PSM se abstuvo, al igual que EU-EV, cuya portavoz, Marilena Tugores, se expresó en términos parecidos a los del PSM. La propuesta de UM contó el apoyo de PP y del PSOE, aunque por diferentes motivos. El portavoz de los populares, Fernando Rubio, basó su apoyo en la «lealtad» al pacto firmado con UM a principio de legislatura. Señaló que el voto favorable no es un reproche contra nadie en concreto, pero aprovechó su intervención para criticar al PSOE, partido de quien aseguró que no respeta la libertad de expresión, «persigue a determinados medios de comunicación y no condenan los ataques que sufren otros medios». Rubio criticó además el anuncio de que los socialistas apoyarían la moción presentada por UM y acusó al PSIB de «navegar a todas las aguas» con el único propósito de intentar que se rompa el pacto PP-UM y «volver a colocar a toda la gente que se quedó sin sueldo» cuando el Pacte de Progrés perdió las elecciones. El portavoz del PSOE, Cosme Bonet, aseguró que su partido siempre estará con las víctimas «de la manipulación y la tergiversación» y consideró que la libertad de expresión no debe significar «libertad de difamación».