Otra polémica con motivo de un calendario, en esta ocasión el del cuerpo de bomberos, salpica al Ajuntament de Palma. Cuando todo indicaba que el almanaque de los Bombers de Palma había pasado el filtro y los más exigentes lo habían aprobado, debido a su buena calidad y cuidado fotográfico, aparece el SATSE, sindicato de enfermería, y muestra su malestar por la fotografía del mes de mayo. En ella aparece una modelo vestida de enfermera atendiendo a un bombero. El responsable de Atención Primaria de SATSE Baleares, Jorge Tera, asegura que «la publicación de este tipo de imágenes constituye un refuerzo a los clásicos estereotipos que siguen hoy en día constituyendo un enorme lastre para una profesión sanitaria que se ejerce con titulación universitaria desde hace 30 años, que se forma, diagnostica, investiga y sobre todo cuida, y que demuestra día a día que lejos de estereotipos frívolos y de matices sexuales, la enfermería es hoy una profesión seria, moderna y esencial en el funcionamiento del sistema sanitario». Jorge Tera apareció junto a dos compañeras en El Corte Inglés, antes del inicio de la rueda de prensa que los bomberos habían programado para presentar el calendario de 2006. Precisamente en la presentación se encontraba Alejandro Clavo, diseñador del calendario y marido de Anastasia, la modelo de la polémica fotografía, quien frenó su enfado cuando el portavoz de SATSE apuntaba a que la modelo mostraba estereotipos frívolos y de matices sexuales.
Y, lo que son las casualidades, un grupo de enfermeras y médicos meses atrás solicitaban a Pep Granero, uno de los fotógrafos del calendario, hacer un calendario de lo más insinuante, pero rechazó la propuesta pues él es bombero y se da exclusivamente a su profesión y a colaborar en el objetivo de este calendario, que no es otro que aportar los beneficios a Bombers sense Fronteres y la Fundación Campaner, en su programa contra el noma. Por su parte, los presentes pidieron disculpas si algún colectivo se ha podido sentir molesto, lo cual no era ni mucho menos su intención, y que si por esta polémica se venden más calendarios, Pep aseguró que no volverá a hacer otro el próximo año. Del calendario del año pasado se vendieron 6.000 ejemplares y para éste se han preparado 10.000, al precio de 6 euros.
Julián Aguirre