La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, encendió las luces y puso en marcha el mecanismo del tradicional belén de los oficios en Cort, rodeada de niños y niñas que acudieron al acto en el que los niños cantores de Sant Francesc interpretaron temas navideños. Con todas las piezas realizadas a mano, el belén artesanal del maestro Damià Bennàssar muestra en sus figuras vestidas con los típicos trajes de payés los diferentes oficios de Mallorca. 300 piezas componen un completo belén en el que algunas escenas tienen «vida» con la ayuda de un mecanismo, como la cascada de agua, donde los pescadores tiran las redes y los llaüts y otras embarcaciones, algunas de vela latina, navegan por las transparentes aguas.
El molino mueve sus aspas y, mientras, en el balcón de Cort se pueden apreciar tres figuras. Una payesa acompañada de dos payeses que bien podrían representar a la alcaldesa, Catalina Cirer, y, por qué no, a los regidores Rafael Durán y Àlvaro Gijón. Quien sí estuvo en la presentación de ayer fue María José Frau, de Acció Ciutadana.
Y como en todo belén, no podía faltar, además de los tres reyes magos, el establo que acoge el nacimiento del niño Jesús, donde hasta el ángel va vestido con el traje típico mallorquín. Junto al establo un logrado puesto de sobrasadas y quesos mallorquines. Los visitantes, que pueden acudir a ver el belén de oficios en el vestíbulo de Cort hasta el día 8 de enero, podrán apreciar nuevas incorporaciones, como el puente del tranvía, que actualmente se encuentra al final de sa Faixina y el Passeig Marítim.
Las primeras figuras del belén datan del año 1979, cuando la exposición se realizó en La Caixa, poco después se trasladó al Pueblo Español y posteriormente al Consell de Mallorca, pasando por la capilla de La Misericòrdia hasta llegar hoy en día al Ajuntament de Palma.
Julián Aguirre