El prestigioso rotativo «New York Times», en su edición del 24 de julio de 2005, publicaba el artículo «Going to Palma». El texto, escrito por Gisela Williams, explicaba que «la escena artística de Palma se ha visto incrementada por la apertura de Es Baluard». Destacaba también la proximidad al puerto del Museu d'Art Modern i Contemporani, así como sus obras de Miró y Picasso. Williams hacía una mención especial a la arquitectura («el cristal en contraste con las paredes renacentistas») y el restaurante («excelentes vistas y comida mallorquina»). Todo ello causa una «gran impresión».
El texto hace un repaso pormenorizado por distintos puntos de ocio de Ciutat, entre ellos destaca la Seu y la Almudaina. Resalta la obra de Gaudí en el interior de la Catedral y el mural de Barceló para la capilla de Sant Pere. El barrio de Santa Catalina y su popular mercado también merecen elogios, poniendo énfasis en la espectacular expansión de restaurantes en la zona. La guía destaca numerosos centros de ocio, como el Puro Beach, el Bar Bosch («the best sanwindches in town»), es Forn des Teatre y la tienda de zapatos Farrutx.
Para salir por la noche, se recomienda el Garito Café, en la dársena de Can Barbará. La guía explica que Palma vive un «renacimiento» comercial gracias a la afluencia de vuelos, y que la ciudad vive un «buen momento» debido a la llegada masiva de extranjeros, que han convertido la ciudad en el destino por excelencia del fin de semana en Europa. Se ilustra el reportaje con una serie de fotografías de Ciutat y un gráfico de los lugares que merecen ser visitados y su ubicación.
Toni Limongi