Una de las sonrisas más bonitas de la televisión en nuestro país, Anne Igartiburu, deslumbró ayer en Palma mientras presentaba la nueva colección de la joyería femenina Mont Blanc, en Jaime III. Igartiburu, embajadora de esta marca, demostró que además de belleza para presentar, posee clase para lucir las mejores joyas.
Antes de probarse lo mejor de Mont Blanc, Igartiburu confesó ser una apasionada de su alianza de plata, que ayer no llevó para la ocasión, y una gran coleccionista de relojes. «Me parece paradójico que una máquina mida algo tan importante para el ser humano como el tiempo», señaló la presentadora de «Corazón de otoño».
Y es que Igartiburu se considera «muy fetichista» de vez en cuando. «Doy gran valor a algunas cosas, como por ejemplo, algunas antiguas joyas que me dejó mi madre y otras reliquias que heredé, y que espero algún día poder dejárselas a mi hija», apuntó.
Javier J. Díaz
Foto: Jaume Morey