Dos ayuntamientos de Madrid -Humanes y Alcorcón- matriculan cada año unos 20.000 supuestos vehículos de rent a car que llegan a Balears para alimentar el negocio de compra-venta de coches de exportación. Éste fue el argumento que utilizó ayer el president del Govern, Jaume Matas, para justificar el impuesto que pagarán a partir de enero los vehículos de alquiler que circulen en Balears. Matas justificó que el nuevo tributo se ha creado «para salvar el sector de rent a car» y negó que se trate de una nueva ecotasa para turistas. «No se trata de un impuesto para recaudar. Es un impuesto para salvar el sector de rent a car», aseguró el president del Govern.
El Ejecutivo cree que el hecho de que dos ayuntamientos de Madrid matriculen 20.000 vehículos que llegan a Balears es una prueba más que detrás de algunas empresas de rent a car existe un negocio de exportación de vehículos que provoca una caída de precios del 25 por ciento en relación a la Península. «Por culpa de esta competencia desleal, están en peligro muchas empresas de rent a car de Balears», aseguró Matas.
Sobre este nuevo impuesto, el GOB calificó de «acertada» la decisión del Govern ya que repercutirá en una disminución del número de vehículos en las carreteras de las islas. En un comunicado, la organización ecologista lamentó que Baleares se haya convertido en el «paraíso» de los coches de alquiler y criticó que la cifra de estos vehículos sea «elevadísima», más que en ningún punto del Estado en términos relativos. El GOB detalló que existen numerosos problemas derivados de la presencia de tantos coches de alquiler, como son la saturación en las carreteras; la elevada accidentalidad; la proliferación de almacenes ilegales dentro de suelo rústico; el incremento de las emisiones de gases contaminantes; y los graves problemas de aparcamiento. En otro sentido, apuntó que la recaudación de este impuesto debería destinarse a mejorar las infraestructuras del transporte colectivo.