JOSEP M. AGUILÓ / T. LIMONGI
El portavoz de los padres y madres de alumnos del colegio privado
concertado Manjón, Crispín Román, señaló ayer que unas 400
personas, entre padres y escolares, se concentraron frente a la
escuela, ubicada en la calle Alférez Llobera Estrades, en es Camp
Redó, para pedir que no se cierre el centro, tras el anuncio hecho
por una parte de los propietarios del colegio de la segregación de
la mitad del patio, y también para que se garantice la seguridad de
los niños y niñas que estudian en el colegio, tras el inicio de las
obras de demolición de un edificio situado justo al lado del
patio.
Román recordó ayer cómo se ha llegado a esta situación. «Hace décadas, el solar en donde ahora se ubica el patio fue cedido al colegio por un familiar de los actuales propietarios, que ahora quieren que les sea retornada una parte de dicho patio para que se pueda construir un nuevo edificio pegado al mismo, una vez demolido el edificio que ahora hay aún levantado», señaló.
De hecho, las obras de demolición de dicho edificio ya han empezado y proseguirán el próximo fin de semana. En estos momentos, los niños y niñas ya sólo pueden jugar en un trozo del patio, que ha sido vallado con unas barreras de madera que lo dividen en dos partes. Román indicó que «si los propietarios del colegio no dan una solución al problema, convocaremos una manifestación».