Futur Inca, Gerinsa y Sabates Sastre han cerrado sus puertas en los últimos meses como consecuencia de las condiciones de trabajo que les proponía la marca para la que producían en exclusiva desde hace más de una década, en este caso Camper, y han pactado el despido de aproximadamente un centenar de trabajadores, según informan empresarios del sector y el sindicato CC OO.
Esta situación se enmarca en el proceso de deslocalización emprendido las principales marcas zapateras de Balears para reducir sus costos, las cuales han subcontratado la mayor parte de la producción a empresas del resto del mundo, sobre todo asiáticas, y mantienen en Balears los departamentos de diseño, dirección y márqueting, con niveles de producción residuales.
Guillem Coll, del sindicato CC OO, informa que al margen del cierre de empresas que trabajan para marcas comerciales, como es el caso de las subcontratadas por Camper, se está produciendo también una reducción de empleos en marcas históricas como Yanko o Lotusse y recuerda que recientemente se produjo el cierre de otra empresa emblemática, Calzados Ferrerías en Menorca.
Fuentes del sector indican que el cierre de Futur Inca, Gerinsa y Sabates Sastre se debe al «ahogo economico» al que les sometía Camper, marca que les pagaba entre 10 y 11 euros por pares de zapatos que sacaban al mercado a precios de entre 100 y 120 euros, unos ingresos que, según indican, no les han permitido continuar con su actividad.
Las mismas fuentes informan que en estos momentos existen otras fábricas con dificultades financieras, como Sebastián Payeras y Olinca, entre otras, las cuales han reducidos de forma importante sus niveles de producción. Actualmente, sólo unas cinco fábricas de Mallorca siguen produciendo para la marca de Inca.