«Tengo la sensación de que me ha tocado decir en público lo que todo el mundo piensa del Estatut y de su promotor. Esto es malo para los españoles y para los catalanes porque impone un modelo de sociedad que no quieren, un modelo económico intervencionista, y es malo incluso para Zapatero y todos lo sabemos». El presidente del PP reiteró que el Estatut no hacía falta, que su partido intentará evitar que se apruebe en el Congreso de los Diputados, y recalcó que el propio Zapatero debe convencerse «del error» que supone aprobar el nuevo Estatut catalán.
Y añadió: «Voy a hablar claro y con moderación. Zapatero es un irresponsable y soy generoso en el calificativo». Rajoy insistió sobre el Estatut catalá. «¿Se ha portado tan mal la gente en Catalunya para estar sometida a este espectáculo?». También acusó a Zapatero de no ocuparse de la economía, de la mejora del bienestar y la riqueza de la gente, y planteó que esta es, precisamente, la primera obligación del cualquier gobierno responsable. Para Rajoy, el Gobierno vive, en materia económica, de la inercia, pero advirtió que «puede ser pan para hoy y hambre para nada».
Mariano Rajoy puso como ejemplo Balears para convencerse de que el PP puede regresar al Gobierno. «En Balears hubo ganas, ilusión, coraje y la gente lo vio y se ganó. Y hoy gobernamos en Balears. Pues bien, os digo lo mismo: hemos pasado los peores momentos, tenemos criterios, y hemos demostrado que sabemos gobernar, trabajaremos hasta lo indecible. Al igual que pasó en Balears, nosotros ganaremos», vaciticinó el presidente del PP nacional. Según Rajoy, Zapatero no se preocupa de la educación y que su única decisión ha sido «derogar la ley que aprobó el PP».