La economía balear generó durante la pasada temporada 93.833 puestos de trabajo estacionales en los diferentes subsectores turísticos, lo que supuso un crecimiento del 2,1 por ciento respecto al verano anterior, según indica un estudio elaborado por el economista y ex director general de Economía del Govern balear, Antoni Monserrat, en base a los datos de afiliación a la Seguridad Social y a las listas de demandantes de empleo del INEM, una vez eliminado el efecto distorsionador generado por el proceso de regularización iniciado a principios de año.
Del total de empleos netos generados por el efecto de la temporada turística, 51.124 fueron cubiertos por trabajadores españoles y europeos no residentes en el archipiélago, con lo que el número de empleados «temporeros» aumentó un 7,3 por ciento respecto al verano anterior tras registrar cuatro temporadas consecutivas de caída.
Por el contrario, el número de empleos estacionales cubiertos por ciudadanos residentes en las Islas se ha reducido en 1.571 individuos respecto a la temporada turística 2004, hasta situarse en 42.709 trabajadores.
El informe elaborado por Monserrat recuerda que la economía de las Islas recurre a personal no residente en coyunturas económicas expansivas o de recuperación y por los trabajadores del archipiélago en momentos de cierta incertidumbre o en situaciones de crisis económica, como las sucedidas en 1985 o durante el periodo 1991-1993, cuando el número de trabajadores estacionales residentes superó incluso al de no residentes (ver gráfico).
En todo caso, el informe señala que de los casi 94.000 empleos generados este año por el efecto de la temporada turística, en torno a 21.000 han sido ocupados por ciudadanos extranjeros, unos 13.000 procedentes de la Unión Europea y 8.000 del resto del mundo.
Estacionalidad
El estudio elaborado por Antoni Monserrat demuestra en base a los
datos de afiliación a la Seguridad Social como la estacionalidad
del empleo extranjero desempeñado por trabajadores procedentes de
la Unión Europea es muy superior al de los empleados
extracomunitarios, circunstancia que explica por la mayor
especialización de los primeros en actividades de servicios
vinculadas al turismo. Así, mientras el número de extranjeros
comunitarios afiliados a la Seguridad Social en el mes de enero de
este año superaba los 17.000, en el mes de julio casi alcanzaron la
cifra de 30.000. La evolución es más lineal en el caso de los
extracomunitarios, oscilando entre 19.000 trabajadores registrados
en enero de 2004, frente a los aproximadamente 27.000
contabilizados en el mes de julio.
Los datos de este año en cuanto a trabajadores extracomunitarios no pueden ser tenidos en cuenta como dato comparativo, ya que se han disparado como consecuencia de la regularización.